¿Cómo lograr que hagan sus tareas? Te damos 5 consejos

Sería fantástico tener un receta mágica con la que se consiguiera que los hijos hagan sus tareas, sin embargo la solución no es tan difícil como parece si se toman en cuenta algunos detalles. Además de una rutina regular para llevarlas a cabo, será aún más importante cambiar los métodos propios con los que cumples tus propias responsabilidades ¡te sorprenderás!.

1. Sé un/a facilitador/a en lugar de una fuerza a tener en cuenta

Ya sea que se opte por persuadir, suplicar, gritar, amenazar, sobornar, nada de eso mejorará la situación ni logrará que los hijos entiendan. También se les pueden retirar sus privilegios e imponerles castigos, sin embargo eso solo implicaría presionarlos constantemente hasta que ¡por fin terminen! Deja de lado esas rutinas desgastantes y lee las siguientes recomendaciones:

  • Proporcionales un lugar distinto, cómodo, con la iluminación correcta y sobre todo, libre de distracciones, es decir un lugar alejado de aparatos electrónicos, de personas o niños pasando, hablando o jugando todo el tiempo.
  • Es mejor si tu hijo/a tiene todo lo que necesite desde el principio, como bolígrafos, lápices, cartulinas, calculadoras, laptop, libros y así evitar que diga que no tiene lo que necesita.

2. Otórgales poder a tus hijos

  • Al iniciar cada bimestre o trimestre, siéntate y habla sobre cómo planean encargarse de sus tareas logrando establecer reglas básicas de mutuo acuerdo con las que podrás recordarle cuando los veas holgazaneando o con las que puedes elogiarles al haberlas cumplido.
  • Permite que tus hijos sientan que están a cargo dándoles la opción de elegir cuándo hacerlas, a excepción que sea antes de irse a dormir. Puedes ayudar sirviendo la cena todos los días a la misma hora para no interrumpir su rutina.
  • Ayúdales a entender que hay tareas fáciles y otras un poco más difíciles logrando que cumplan primero  con las que más esfuerzo requieren, de manera que cuando llegue el momento de fatiga se les facilite realizar las que tienen un nivel menor de dificultad.
  • Establezcan períodos de descanso sin hacer tarea, puede ser parte del fin de semana, los viernes por la noche, entre otros y así dejar que planee cómo manejará su tiempo.

3. Emplea los elogios para lograr una motivación intrínseca

Elogiar a tus hijos cuando hayan cumplido con sus responsabilidades los entusiasmará y será muchísimo más efectivo a centrarte únicamente en los aspectos negativos.

No es recomendable utilizar recompensas para estimularlos a que terminen sus tareas, ya que se estaría dejando de lado su verdadero valor intrínseco como lo es promover la satisfacción por un trabajo completado, en vez de eso, puedes premiar con elogios y haciéndoles saber que estas orgullosa de ellos, para que así esté consciente de la razón exacta por la que te encuentras orgullosa. Otra de las recompensas podría ser dar un paseo por el parque, salir a comer una pizza, ir al zoológico, entre otros.

Otro punto importante es no prestarles tanta atención a su mal comportamiento, debes evitar gritarles y solo debes hacerles mención del acuerdo que ya establecieron para llevarlas a cabo.

Debes evitar entrometerte en todo lo que hacen, en vez de eso cuando te acerques simula curiosidad.  Tan pronto lleguen a casa, debes dejar que se relajen primero, una vez lo hayan hecho pueden iniciar con su rutina pero no debes darle seguimiento a cada una de sus tareas, eso solo provocará que dependan de tu opinión en todo momento.

4. Permite que tus hijos afronten las consecuencias de no  hacer su tarea

Toda vez hayas cumplido con los requisitos básicos para efectuar con sus tareas y aún así ¡no cumplen!  debes hacer un esfuerzo por dejar que afronten las consecuencias de sus actos y así aprendan a ser responsables.

Es más ¡olvídate de tu reacción instintiva por hacer sus tareas! eso podría causar un efecto negativo en ellos, y  al contrario, si los dejas desarrollarán habilidades de aprendizaje independientes y para toda su vida.

5. Considera hacer tu tarea al mismo tiempo que tus hijos

Muéstrales que las habilidades que están aprendiendo se encuentran relacionadas a las cosas que haces como adulta.  Si tus hijos leen, hazlo tú también; si tus hijos haces su tarea de matemáticas, haz las cuentas. Ahora bien ¿por qué no convertir  las tareas en un juego? Si se trata de matemáticas utiliza dulces o dinero y deja que se los ganen cuando tengan las respuestas.